Dr. Juan Miguel Pérez Diaz 

A lo largo de estos últimos años hemos oído hablar de la eficacia de los hilos para tensar la piel.  La medicina ha podido resolver el problema de las arrugas, pero no completamente la flacidez, que es una de las asignaturas pendientes de los cirujanos y especialistas en medicina estética.   

Los cirujanos del mundo entero buscan como levantar la piel de la cara, de unos brazos que cuelgan, de un cuello flácido, y de unas piernas caídas.  La cirugía a veces lo hace muy bien, pero tiene el problema de las cicatrices y los especialistas en medicina estética luchan para solucionar el inconveniente de una forma totalmente natural.  Poco a poco vamos avanzando, pero, aunque las infiltraciones y los nuevos aparatos médicos y estéticos mejoran la flacidez, para algunos casos necesitamos un tratamiento más potente que eleve la piel de manera instantánea, sin efectos secundarios y dando un aspecto completamente natural, sin una sola cicatriz, que se aplique con anestesia local y de una forma ambulatoria y nada artificial. 

“El problema de la laxitud de la piel debemos de abordarlo de una manera global, analizando tanto el estado muscular como el de la piel del cuerpo”, según manifiesta el doctor Pérez Diaz, pionero de esta nueva técnica.  Pero ahora vamos a abordar una solución para esos indeseados colgajos en los brazos o en otras partes que tanto intentamos esconder; cara, cuello, escote.  No obstante, lo que realmente sigue siendo el caballo de batalla son los brazos, por las odiadas cicatrices.  Actualmente y como gran novedad, hay que hablar de los nuevos hilos, en este caso de ácido hialurònico, muy diferentes de los que existían antes. 

Vamos a echar una mirada al pasado para repasar con qué contábamos hasta ahora: Los hilos de oro y los hilos rusos o aptos.  Veamos la diferencia.  Los hilos de oro se implantaban hace veinte años en lugares estratégicos de la cara, produciendo una retracción en la zona, de modo que la piel se tensaba.  El gran inconveniente era la imposibilidad de controlar esta retracción, lo que derivaba en consecuencias inesperadas:  la tensión podía ser mayor en una zona que en otra del rostro, dando como resultado una asimetría. 

Los hilos rusos o aptos aparecieron hace diez años y actualmente todavía se implantan, gracias a unas muescas que se anclan en la piel; presentan el inconveniente de que pueden producir pequeños desgarros y a veces el propio hilo se suelta, o incluso, se sale. 

En cambio, estos hilos de ácido hialurònico, que son los utilizados por los cirujanos cardiovasculares para la sutura de corazón, arterias, venas, etcétera, llevan mucho tiempo empleándose y no han dado ni un solo problema ni provocados efectos secundarios.  Son de un material formado por el citado ácido, que el tejido reabsorbe, y al tratarse de una sustancia que ya poseemos, nuestro organismo no la detecta como cuerpo extraño, de manera que no la va a encapsular.  

Gran Exclusiva en Medicina Estètica  

Esta maravillosa técnica ahora se presenta en el congreso de Punta del Este, con solo tres (3) especialistas en el mundo que la realizan.  “Una técnica modificada de Lifting temporal”, se ponen los hilos dentro del cuero cabelludo y no quedan visibles en la cara.  Se realiza en consultorio con anestesia local, en una (1) hora, sin hematomas, y el estiramiento se puede ver en todos los tercios del rostro superior, medio e inferior. 

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